domingo, 23 de agosto de 2009

Un rellano.

Eran las 20:30 y yo debía irme. Debía coger el metro para estar en casa a las 21:00. Bajábamos las escaleras de su rellano y en ese lugar, justo en el lugar donde nadie podía vernos comenzamos a besarnos lentamente, creía que nos haríamos uno en ese momento. Me cogiste en brazos, tus manos en mis muslos, y te juntaste mucho más a mi. Estábamos completamente pegados el uno contra el otro, dos cuerpos encajados a la perfección, unidos por los labios. Yo te cogía al rededor del cuello, y una de las manos cogía tus rizos. Un arrebato de pasión. Tus manos entre mi camiseta y mi piel, acariciando toda mi espalda y finalmente agarrando mis glúteos, mis manos recorrían tu pecho y tu espalda de arriba abajo.
Te amo, susurré. Yo también a ti pequeña, contestaste. Nos besamos todavía más apasionadamente.
Te quiero, te quiero, te quiero. te dije. Mientras tu, pasabas tus labios por mi cuello y me hacías cosquillas con ellos en las orejas, sonreía, te quería y te quiero para siempre.
No quería irme, no quería despegarme de ti, pero miramos la hora...

Dio igual, seguimos juntos, seguimos besándonos, seguimos siendo uno y entonces dije lo que todavía no había dicho...
Me he enamorado de ti.

3 comentarios:

. dijo...

Vaya con el rellano... :P Jaj


Un beso Laura.

Cristina dijo...

que bonitooo (L)
gracias por pasartee! y me alegro de que te gustara "juntos, nada mas"
es geniaal! ^^
publiqé entrada recomendando otra! espero qe tb te guste si la vees! :D
un besitooo

No soy tu estilo dijo...

que bonito lo que has escrito!
me hago seguidora de tu blog!