lunes, 21 de noviembre de 2011

Jamás dejaré de quererte

Nunca en la vida podría vivir sin ti. Jamás.
Es algo superior, inconcebible. Lo he estado pensando, si te pasase algo no podría seguir viviendo en este mundo, porque tú eres mi mundo. Todo se reduce a ti. No sabría que hacer. Estaría completamente perdida, porque lo eres todo y cuando digo todo me refiero a TODO.
Necesito tu aliento para poder respirar.

Me llenas de alegría, de luz, de felicidad.

Cuando te miro, ojalá pudiera explicarlo con una palabra, pero creo que jamás encontraré las palabras que lo definan. Siento orgullo de estar contigo, de ser la persona que eres, de saber que eres una buena persona, de saber que me quieres. Me emociona saber lo maravilloso que eres. Por eso me encanta mirarte, observarte, mientras conduces, mientras miras la televisión, mientras duermes, vivo para eso. Porque es eso lo que me hace feliz.

Verte sonreír, sorprenderte, reírte, estar pensativo, verte hacer el tonto, verte hacer cualquier cosa.

Cuando estás durmiendo, me es imposible no contemplarte y el tiempo pasa volando. Veo a una criatura tan sensible, tan increíble. No paro de pensar como la naturaleza lo ha conseguido, como ha conseguido crear algo tan hermoso y con ese enorme corazón.

Haces que me sea imposible separarme de ti. Nunca podría hacerlo. Si me fuese de tu lado significaría que querría morir porque una vida sin ti no es vida, ya te lo he dicho muchas veces.

Te amo tan inmensamente que es algo incontrolable, apasionante. Una sensación increíble.

Cásate conmigo.

Para siempre. Jamás dejaré de quererte. Te amo, mi amor.
C&L

domingo, 6 de noviembre de 2011

Me enamoré de ti

Llevo queriéndote desde que te vi, algo me hizo despertar. Sinceramente no sé lo que pasó, no sé lo que fue. Tu piel bronceada, tus ojos verdes, tu cara somnolienta mientras bajabas esos pequeños dos escalones, no lo sé. Apareciste como un ángel, ante mi vida y me enamoré de ti.
Te quise a cada segundo, cada minuto, cada hora. Después te quise más y más cada día.
Algo nuevo había cada vez, algo sorprendente. Cada pequeño detalle que me hacía sonreír.

¿Y hoy?
Hoy te amo a cada segundo de mi vida, a cada suspiro, a cada brisa, a cada destello de sol. Te amo cada noche y cada día. A todo momento, constantemente. Sin parar un segundo. Porque me gusta amarte. Me encanta amarte de manera infinita, por ello te voy a amar a cada segundo, a cada minuto, a cada hora, a cada día, los 365 días al año durante el resto de mi vida.
Para siempre y sin excepción.

Te amo.
Me tienes locamente enamorada.