miércoles, 27 de octubre de 2010

Cruz Roja.

Me llamo Laura Chaparro y actualmente estoy trabajando para Cruz Roja captando socios en la calle. Siceramente he de reconocer que es un trabajo que se hace duro y donde la gente muchas veces no te deja tiempo si quiera para expresar lo que esta ONG hace y las ayuda que ofrece. Por lo que muchas veces decimos que somos psicologos de calle porque la gente a veces nos cuenta sus problemas y al menos después marchan con una pequeña sonrisa.

Durante una tarde se preguntas a personas con traje,a gente bien vestida y mi chaleco rojo actua como reflectante y me esquivan.
Ayer, encontré a un hombre, Salva de 38 años.
Salva llevaba un jersey y unos pantalones sucios, al principio pensé en no pararle pero andaba solo y decidí darle algo de conversación.
Le comenté si conocía Cruz Roja, y muy muy por encima lo que Cruz Roja hacía.
Salva me cortó y me dijo que me quería ayudar, que quería ayudar a Cruz Roja.
Me contó que cuando era más joven sus padres lo tiraron de casa. No sabe a penas escribir. Actualmente vive en una calle abandonada, da paseos, y esta buscando trabajo. Mientras tanto está cobrando del paro y le gustaría tener un piso alquilado. A pesar de vivir en una casa abandonada me dijo que el quería donar 10€ al mes y que ojalá pudiese darme más pero que actualmente no podía, que intentaría subirlo. Me lo decía preocupado.
Le comenté que no pasaba nada que 10€ estaban muy bien y que ojalá hubiese más gente como él, que teniendo más daban mucho menos y que muchas ni donaban 6€. El me dijo que no lo entendía, pero que prefería dar ese dinero para una buena causa que así al menos no se lo gastaría en algún vicio.

A continuación se sentó en el banco de al lado a donde yo estaba y de vez en cuando me hacía preguntas sobre Cruz Roja. La verdad es que no olía muy bien y su hindumentaria dejaba claro que hacía días que llevaba la misma ropa, pero Salva, al menos lo poco que podía dar lo dio, para quizás otro que lo necesitará más que él.

Ayer aprendí una gran lección.
Gracias.

martes, 26 de octubre de 2010


¡Me apetece comerte a besos!
fijate tu, que tontería...

domingo, 17 de octubre de 2010

Me apeteces



Hoy es uno de esos tantos días en los que me levanto con ganas de girarme en la cama, que estés a mi lado y poder darte un abrazo.
Hoy te echo muchísimo de menos.
Hoy odio los 352 km que me separan de ti.
Porque tanto ayer, como hoy, como mañana pasará, me apeteces.
Tengo ganas de tenerte al lado, caminar de la mano, mirarte, hablar con nuestras naricillas pegadas y sonreír; y después besarte. Abrazarte, susurrarte que te quiero, que lo eres todo. Decirte que nunca en la vida había sido tan feliz.
En mi mente fluyen los momentos a tu lado, y en todos ellos soy tan inmensamente feliz, que todavía te echo más de menos. Aquel maravilloso día en el que te conocí, aquellos días en los que hiciste excursiones hasta Valencia, y caminar contigo, hablar contigo, reír contigo... Todo es perfecto porque a cada actividad le va seguido la palabra contigo. Momentos felices, en una playa, en castellón, en tu camping, en Port Aventura, en Barcelona...

Cualquier lugar y cualquier momento es un recuerdo bello. Tan bello que no sabría como describir todo lo que siento cuando en ese momento estoy contigo y tampoco soy capaz de describirlo cuando lo recuerdo, porque es tanto que me dejas sin palabras.
Te quiero para el resto de mi vida, sin duda alguna. Por que si, es cierto estas lejos, ahora, pero eso un día cambiará, porque estoy enamoradísima de ti, y como ya te dije un día, no me importa de donde vengas, en que religión creas o cuan lejos estés porque me he enamorado de ti y soy feliz de que tu seas esa personas, porque veo mi vida compartiéndola contigo.
Quiero una vida contigo.
Te quiero muchísimo mi pequeño.
Tengo ganas de verte... sólo quedan 2 semanas, 14 días, 336 horas, da igual como se diga, pero dentro de dos semanas podré abrazarte de nuevo.
Gracias por existir y permanecer en mi vida.
Te quiero Carlos.

martes, 12 de octubre de 2010

Felicidad


Que maravilloso es sentirse feliz.
Y más cuando es a tu lado...

domingo, 3 de octubre de 2010

352

Me separan de ti exactamente 352km.

Y muero por dentro en tu ausencia. Necesito verte, hace tiempo que dejó de ser capricho, hace tiempo que se convirtió en necesidad. Yo veras... te echo de menos. Echo de menos girarme en la cama y verte dormir, echo de menos que me despiertes con un beso. Echo de menos hacerte cosquillas en la cama y que tu intentes chuparme un ojo como te hacia de pequeño tu mama y reírnos a carcajadas. Echo de menos caminar a tu lado, abrazarte, besarte... Echo de menos reír en silencio cuando, al girarme en la cama te veo con la cabeza tapada debajo de la almohada. Echo de menos que a media noche te gires hacia mi lado y me abraces sintiendo el latir de tu corazón en mi espalda. Echo de menos tantas cosas...

NECESITO que seas tu la persona con quien me despierte cada día. Necesito ver tus ojos, contemplar tu sonrisa. Necesito reírme contigo. TE NECESITO A TI a cada segundo de mi vida.

Nunca en la vida me he sentido tan feliz. Nadie nunca me había tratado tan bien a cada momento sin excepción en alguno de ellos. Todo contigo es perfecto. Haces que todo sea perfecto. Nunca había estado tan segura de con quien quiero compartir mi vida y esa persona eres tu.

Te quiero.