martes, 23 de septiembre de 2008

Eres un todo y nada

¿Cómo puedes hacerlo?¿como me puedes hacer tan feliz? Es impresionante que con una simple sonrisa, las mariposas de mi estomago revoloteen sin parar. No sé como lo haces, no se como expresarme, es que ¿sabes qué? Nadie, jamás en la vida, me ha hecho sentir esto. Nunca he tenido esta sensación. Creo que lo he llamado amor. Lo conservo aquí en lo alto de mi pecho, a la izquierda. Ocupas todo mi corazón. Ese es el lugar donde te hospedas. Ahí permaneces todo el tiempo, aunque a veces una parte de ti, viaja por mis venas, pasa mis músculos, mi cuello y llegas hasta mi cabeza. Comienzas a dar infinitas vueltas, rondando por ahí y luego vuelves a bajar hasta mi corazón mediante un leve cosquilleo.

Muchas veces me pregunto que sería la vida sin ti. Nunca obtengo respuesta. ¿Que por qué? Por que no me imagino una vida sin ti. Sin ti no hay vida. Muchos dirán que ya encontraría a otro o cosas así, pero es que no quiero a otro simplemente a ti. Con un te quiero y un abrazo me haces la chica más feliz de la Tierra.

Contigo todo es diferente. Cosas insignificantes obtienen algo de especial, algo mágico, algo que recordar, algo como he dicho especial. Pero esa cosa especial únicamente la veo cuando estás tú, por que si no, una zona ajardinada, lo veo como una simple zona ajardinada, pero cuando estás junto a mi, veo césped, pajaritos revolotear, árboles que proyectan sombra, zonas donde da el sol y poder tumbarte... cosas diferentes, veo cualquier cosa útil para hacer algo. Digamos que eres mi inspiración.

Eres como un todo y nada. Si estás conmigo lo tengo TODO, pero si no lo estás me quedo con NADA.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Por él. Mi abuelo.

Hoy, mi inspiración ha venido a causa de haber leído otro blog, el blog de miriam (a la izq de la pantalla está). Me ha llegado muy adentro. Es un tema peliagudo el de la muerte y más si son de los seres queridos, pero hoy hace 7 meses que falelció su abuela. Yo la conocía y el texto lleno de cariño me ha hecho pensar. Constántemente he pensado en mi abuelo, para mi, mi iaio. Él está mal. Ha pasado por una operación de corazón, es diabético, tienes las venas secas, (por tanto no le pueden hacer transfusiones de sangre..) en fin tiene un poco de todo. Su corazón se está cansando, hace poco estubo ingresado, casi se desmaya en medio de la calle. Un chico lo cojió y lo llevó a casa y de ahí una ambulancia lo llevó al hospital.
Todo esto me dio mucha que pensar. Al día siguiente fui junto con mi chico a verlos, tanto a él como a mi iaia; y se alegró un poco, pero estaba triste. Sabe que se agota mucho que lo mejor es o estar sentado o tumbado en la cama. Sabe que tampoco le queda demasiado. Es duro saber eso, notar eso, pero también es duro para la gente de su al rededor, que lo quiere.
Mi abuelo, siempre ha sido una gran persona, lo ha conocido y lo conoce muchísima gente. Siempre lo ha dado todo por el resto y aunque a veces sea un poco cabezota y a veces se enfade sin saber, es mi abuelo y lo quiero. No quiero que se vaya de aquí, no puedo ni imaginar la escena. Es mio, es mi abuelo y no quiero que se vaya. Es un hombre del cual aprender. A veces parece una persona seria, pero es todo lo contrario, siempre riendo y contando chistes y haciendo el tonto para que nosotros, sus nietos, nos riamos. La verdad es que ahora ya no lo hace tanto...pero ahora más que nunca se le nota lo sensible que es por dentro aun que el quiera protegerse con una coraza. Hoy va por él. NO tengo nada más que decir. Sólo que la próxima vez que vaya a visitarlos les diré " OS quiero iaios!".

sábado, 13 de septiembre de 2008

Estoy en el cielo!

Una brisa empuja la cortina y me hace cosquillas en los pies, despierto, miro a mi izquierda y ahí esta él, dormido. Lo miro atentamente, parece tan frágil como un bebé, no puedo dejar de mirarlo. Apoyo mi cabeza en su pecho, su colonia recorre mi sentido olfativo y debido al olor, vuelvo a inspirar, huele tan bien... Mi mano está sobre su tripa, lo acaricio, está muy suave. Se mueve, pero muy poco. Levanto la cabeza, y lo miro de nuevo. Miro su carita, es tan, tan... indescriptible, sólo sé que es mío. Mi niño. Le beso, aunque el sigue con sus ojitos cerrados. Vuelvo a apoyar mi cabeza. Se mueve, inclina la cabeza y me da un beso en la frente. Miro hacia arriba, me mira y me sonríe, nos besamos. Me giro dándole la espalda y el me abraza por detrás, permanecemos tumbados en esa posición. Ambos con los ojos cerrados. El me besa el cuello y el hombro izquierdo. Sonrío. Es tan agradable sentir su piel. Se gira y volvemos a adoptar la posición anterior. Él está boca arriba y yo me apoyo de nuevo en su pecho. Su brazo recorre mi espalda haciéndome cosquillas y para en mi cintura, hace fuerza para darme un abrazo y después la deja ahí, envolviéndome con su brazo la parte superior de la espalda. Me acaricia el pelo y tras sentir sus latidos, mi respiración comienza a ser más profunda y relajada. Finalmente creo que me estoy durmiendo, le doy un beso en el pecho y pienso: "¡Estoy en el cielo!"